al principio de todo fui un secreto.
Mi madre lloraba en el bar
y nadie sabía por qué.
Iba a cumplir los cuarenta.
Pero los cuarenta de entonces,
no son lo mismo que
los cuarenta de ahora.
Eso me dice siempre.
Y lloraba.
Y lloraba mucho
con sus vestidos anchos.
Pero me guardaba para ella.
Al principio no me compartió con nadie.
Un día, en mitad de una fiesta,
cuando el que más y el que menos
llevaba tres vinos,
confesó:
estoy embarazada.
Todos rieron.
Primero de susto.
Después de alegría.
Rieron mucho.
Entonces mi madre no lloró más
por llevarme a escondidas.