lunes, 26 de mayo de 2008

me gustaría que mañana fuera domingo otra vez, hoy apenas me dio tiempo a asimilarlo



Esta tarde he ido a pintarme una taza.

Quería que fuera verde
con lunares de todos los colores.

Como no tengo muy buena mano para las artes plásticas
y mucho menos
paciencia para hacer las cosas bien,
no me ha salido ni un círculo decente,
y he tenido que arreglarlo poniéndoles patitas.

Así que al final
y después de mucho esfuerzo,
tengo una taza con tortugas.

...

D. ha regresado a su país hace dos días
pero a veces sigo escuchándola por casa.

...

Cuando desperté esta mañana
había tormenta.
En el cielo de Madrid
y en mi cabeza.

Me puse a limpiar,
es buena terapia.
Moví todos los muebles,
uno por uno.
Todo quedó perfecto.

Hemos regado la planta que tenemos en el salón,
y que la pobre,
anda sobreviviendo como puede.

N. se ha sentado en frente
y ha empezado a limpiar las hojas más vivas,
y a arrancar lo seco,
lo más feo.
Quería dejarla muy bonita.

Ella es la que más echa de menos a D.
Por eso lloraba
con cada hoja que limpiaba..

y es que
eran caricias,
abrazos,
que no pueden esperar hasta que D. vuelva.

jueves, 15 de mayo de 2008

llámame monotemática



las aceras de madrid
están llenas de zapatos.

Los veo cada mañana,
cada uno con su par,
ordenaditos.

Puedo imaginar a sus dueños.

Llegan tarde al trabajo
y por eso se descalzan aprisa:
para correr más.

esa gente guarda otro par en la oficina,
en el despacho,
en el taller,
en el almacén de la tienda de frutas.

yo guardo un par en mi taquilla.
Es la primera vez en mi vida que tengo una.
Es azul,
está en la parte de abajo
y no tiene llave
porque soy de las nuevas.

No pienso quedarme mucho tiempo,
sino fuera así,
ya le habría puesto alguna foto,
o hubiese forrado la puerta de color rojo.

O quizá no lo hago por eso,
para no quedarme mucho tiempo,
y seguir siendo de las nuevas,
de las que llega tarde
y piensa en pares de zapatos,
mientras saca los suyos
de una taquilla sin llave.

lunes, 5 de mayo de 2008

iba a empezar una dieta para engordar, pero acabo de decicir que no



a lo largo de mi vida
e inconscientemente,
me acerqué a los que me ofrecían sonrisas limpias,
intentando no rozar siquiera
la sombra de los que sonríen contaminados.

Puedo llegar a ser muy infantil
en los procesos mentales.
No logro profundizar demasiado.
Tampoco soy diestra en los grandes planteamientos,
ni mucho menos sentenciando momentos.

Hay gente que pone guindas al pastel
con cada punto y seguido.

Los temas de conversación suelen ser los mismos,
da igual con quien esté.
No paro de hablar de Madrid.
De los cambios.
De la adaptación.
De las relaciones,
de lo complicado que se ve todo los domingos por la tarde.

...

Hacía cuatro años que no veía a R.

Tuve que pensar en la que fui entonces.
Cuando acabábamos de llegar a aquella ciudad,
y aterrizábamos un poco en la vida,

Pagábamos nuestros primeros alquileres,
aunque vivíamos de una beca
que nos gastábamos en juerga
y en tomos sueltos de enciclopedia.
Compartimos muchos cafés y apuntes de historia del arte.
Luego,
nada más.

Ella recuerda cosas puntuales de mi vida.
Que cambié de carrera,
que me corté el pelo.
y después me mudé de aquella ciudad.

Yo recuerdo su letra, redondita,
el nombre extraño de su pueblo,
perdido en mitad de Las Hurdes,
y a un amigo suyo,
bastante guapo,
que había estudiado en un seminario,
pero al final, rectificó.

Topamos ayer,
curiosamente en un museo,
viendo una exposición de Art Nouveau,
aquí en Madrid.

Nos dijimos poco,
que ya se sabe que el factor sorpresa
nos ata la lengua,

pero me gustó verla.
Sonreirnos.
Que nos vaya bien.


Porque yo soñaba con esto que tengo ahora
cuando conocí a R.
A grandes rasgos, claro.
Quizá por entonces no era consciente de
lo importante de tomar decisiones.

Cada renuncia me hizo ganar.
Eso es algo de lo que me siento orgullosa.

Anoche llegué tan cansada a casa...
No paré ni un momento estos días.
Me daba la sensación
mientras caminaba,
que podía quedarme dormida antes de dar el siguiente paso.

Luego me di cuenta que
algunas veces me da miedo pensar
que me ocurra lo mismo
con cada paso en mi vida.