me he propuesto recordarlo todo siempre.
la vespa que envió mi abuelo a mi padre, por correo, como quien envía una carta con buenas noticias.
el concurso que ganó mi tía con 7 años en radio madrid, por cantar una copla de juanita reina.
mi madre cosiendo vestidos que no se podía comprar
mi abuela carmen, una diabética golosa, que daba de comer a los vecinos que no tenían nada.
el hambre.
el trabajo en el campo.
los dueños de todas las tierras que forzaban a las mujeres del pueblo
porque las consideraban de su propiedad.
mi abuelo E, valiente como nadie,
escupiendo en los uniformes que hiciera falta.
volver a casa es
sentir que el sol brilla naranja en las tardes de invierno
que la ropa se vuelve más blanca tendida en el patio,
y que mis raíces imborrables serán siempre las historias.